Tras ganar los mundiales de atletismo en 1991 en el 4x400 masculino, Derek Redmond era el gran favorito para llevarse la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 en la prueba de 400 metros.
A falta de 175 metros para la llegada, sufría una grave lesión que le impedía seguir corriendo. Tras permanecer quieto y agachado durante algunos segundos, decidió acabar la carrera a pesar del dolor, que era muy intenso. Su padre, que se encontraba en la grada, tras ver que su hijo quería acabar la carrera, decidió saltar a la pista para ayudarle y acabar juntos. Las imágenes son impactantes, Derek llora desconsoladamente mientras su padre le ayuda a finalizar su andadura en los Juegos Olímpicos, mientras todo el estadio aplaude.
Es probable que muchos de vosotros os acordáis de ese momento, y seguro que también os emocionásteis al ver esas imágenes.
Seguramente la lesión no era lo que más le dolía a Derek. Lo que más le dolía es que se había estado preparando toda una vida para ese momento, para llegar a ser campeón olímpico, entrenando mucho, y ver cómo tu sueño se esfuma por una grave lesión debió ser muy duro para el atleta.
Sin duda, un gran ejemplo de superación, ya que a pesar de que su sueño había terminado, decidió acabar la carrera a pesar de lo mal que lo estaba pasando debido a su grave lesión.
La moraleja que saco yo de esta historia y que la aplico a la vida misma, es que a pesar de todas las adversidades y todos los problemas que nos vayan surgiendo, debemos seguir luchando y esforzarnos por conseguir aquello que nos propongamos.
Aquí os dejo el vídeo, muy emocionante y que seguro que hace reflexionar a más de uno. Saludos!!